La verdad es que el encierro sacó lo mejor y peor de mí. No pensé que podía llegar a ser tan malhumorado algunas veces. En mi viaje de autoconocimiento, me puse a crear, a escribir. Lo cierto es que me sirvió para mantener mi mente ocupada y tratar de crear algo.
Les dejo mi experimento narrativo 😁
Siento
Nos íbamos a juntar todos en un café, a organizar todo, iba a ser un día distinto a otros. Iba ser especial para todos. Como nunca, llegué temprano, esperando a que llegarán.
Miraba alrededor para ver si alguien venía, no había nadie. Volví a mi café pensando que quizá había llegado muy temprano. Sentí la puerta, y ahí estabas, atravesando la puerta como si supieras que algo pasaría. Nos saludamos nerviosos, sin saber bien que esperar. Hablamos banalidades para romper el hielo. Pero nadie más llegó. Fuimos a caminar por un parque no se por qué, caminamos y caminamos, sin tener un lugar donde llegar, sólo por el hecho de estar juntos y sentir como el tiempo pasaba. No recuerdo que hablamos, recuerdo la risa, el viento, la sensación de tranquilidad.
El viento comenzó a tocarnos con fuerza, las nubes tapaban los rayos del sol, se acercaba la lluvia. Teníamos que refugiarnos, entrábamos a una casa que estaba en el parque. Nos sacamos la ropa mojada, estábamos los dos, sin nadie más, solos. Sin pensar muy bien que hacíamos, sólo seguir nuestros más íntimos deseos, comenzamos a besarnos, a tocarnos como si nos conociéramos de alguna vida pasada, a sentirnos como nadie más, sólo estábamos tú y yo, sin temores ni presiones, sin tiempo ni espacio, flotábamos entre caricias y besos. Nos movíamos como las olas reventando en las rocas y llegando a la playa. Te besaba el cuello, los brazos, tus pechos, seguía bajando sin detenerme pero sin apresurarme, el tiempo ya no existía entre nosotros, con un hilo de voz te escuchaba susurrar que bajara, que llegara hasta donde ambos sabíamos que era la puerta a un universo de placer que superaba nuestros cuerpos. La luz parpadeaba mientras tu respiración se aceleraba, movimientos instintivos hacían que movieras tus piernas alrededor mío. Te movías al mismo tiempo que te tocaba y besaba y suavemente te lamía, instintivamente te tocabas, te acariciabas donde yo no llegaba. Ya no podías seguir conteniéndote, tu respiración y tus gemidos se soltaron en un grito que liberó toda tu energia. Subí hasta tus labios, sabíamos que no queríamos detenernos. Y como fuegos artificiales entre gemidos y espasmos, seguíamos guiados por una fuerza que no sabíamos que era, pero seguíamos moviéndonos como si fuera una danza que ya nos sabíamos por instinto. Nuestras caderas oscilaban con un único ritmo, ambos nos transformamos en un sólo cuerpo que buscaba al otro.
Nuestros rostros se juntaron mientras nuestros cuerpos se unían más y más. Sólo vi tus ojos que reflejaban los míos, tú viste mis ojos que reflejaban los tuyos. El universo se detuvo para nosotros ese instante que duró una eternidad, eternidad que no queríamos que se detuviera.
Entre movimientos salvajes que reflejaban la pasión que ambos sentíamos, podíamos reconocernos desde fuera, como si estuviéramos observando todo alejados de nuestros cuerpos, por qué ya habíamos traspasado la barrera de lo físico, el placer se había convertido en una experiencia más allá de lo que podíamos imaginar.
Recorría cada centímetro de tu cuerpo, tibio, excitado, me detuve para sentir tu corazón, latía como si estuvieras en una carrera. Nos miramos, sin decirnos una palabra, solo gestos mientras tú, en un gesto de total placer dejaste salir un grito que sofocó toda la habitación. En ese instante, vi el universo reflejado en ese momento, sin poder controlar nada ya de mi cuerpo, deje salir en un clamor toda la energía y pasión de este encuentro que nos unió como nunca nada lo había hecho en la historia.
Nuestra respiración de a poco se iba tranquilizando, nos miramos sin decir nada, no eran necesarias las palabras, ni los gestos, ya todo estaba escrito, todo se había demostrado, fue como descubrir un nuevo sentido, uno que sólo compartiríamos nosotros.
Abrazados, contemplamos como el tiempo volvía en si, como nuestros cuerpos juntos, enredados entre nosotros, volvían a responder.
Algo pasaba, algo no se sentía bien.
-¿Lo sientes?
Me preguntabas.
Sin querer responder, fascinado en la negación, no podía si no más que aceptarlo.
- Si, no quiero hacerlo, pero si lo siento.
Te respondí.
- Yo tampoco quiero hacerlo, pero sabes que tiene que pasar.
- Lo sé -dije con frustración y aceptando la realidad- pero tal vez si no pensamos en eso podemos estar juntos mas tiempo.
- Tal vez -dijiste con ternura y esperando que yo me aliviara con el tono tranquilizador- pero sabes que no sería real.
- No sería real. No sería real. Sé que es un sueño, sé que en algún momento despertaré en mi cama sólo. Tal vez, hasta olvide todo lo que hicimos.
- Tal vez, no soy real. Y tú tampoco, sólo es un sueño, pero para mí esto si fue real, nada más que nuestra realidad termina cuando abras tus ojos y despiertes.
- Entonces no abriré mis ojos -dije decidido a no despertar de este sueño- estaré soñando aquí, juntos.
- No, tienes que despertar. La belleza, las sensaciones, nuestra unión le pertenece a este sueño, le pertenece a este mundo que se detuvo por nosotros. No lo olvides.
- No lo olvidaré.
- Yo tampoco.
Lentamente todo comenzó a desaparecer en un destello blanco, una espesa neblina lo tragó todo. Frío, sentí frío por primera vez desde que nos juntamos. Te tomé la mano, para que lo último que sintiera y viera fuera tu rostro. En ese instante, desperté.
Abrí los ojos, estaba sólo. Sentía que había soñado algo, pero no recordaba que. Me bañé pensando en que algo sentía, una sensación, un recuerdo tal vez. No lo sé, nunca lo sabré. Iba a limpiar el espejo empañado, cuando vi las letras "No lo olvides". Mi corazón de detuvo por un instante.
No lo olvidé.
Sorry for those who speak English, I'll translate it very soon 😅.