Dme un Tampax, porfa...
Resulta increble la abrumadora influencia que ejerce la publicidad sobre las decisiones que tomamos a diario. Uno de los casos ms preocupantes es el porcentaje de mujeres influenciadas por los comerciales de toallas higinicas a la hora de escoger novio, amigo con derechos, amante y, particularmente, marido.
No se si ser el nico, pero cada vez que escucho a una amiga describir al hombre de sus sueos vienen a mi cabeza las inigualables virtudes que la publicidad de toallas higinicas pregonan. Yo busco a alguien que se amolde a m, que me de tranquilidad, que me de seguridad, dicen ellas con honda mirada, clasificando las cualidades de su prncipe azul. Necesito a alguien que me de libertad y que me haga sentir cmoda como mujer continan declarando su listado de cmo tiene que ser un hombre estupendo. Hasta han llegado a mis odos las siguientes frases: necesito a alguien que me de alas. Peor an, algunas buscan hasta una relacin superabsorbente.
Amoldar, tranquilidad, seguridad, libertad, comodidad, alas, estas palabras suelen ser usadas hasta el cansancio por ingeniossimos guionistas de comerciales de artculos femeninos. Al parecer, las mujeres en la actualidad, inconscientemente, no buscan un buen compaero sentimental, sino una buena toalla higinica que vaya con ellas a todos lados y que, especialmente, las deje dormir tranquilas.
En realidad, la cuestin de igualar a los hombres con una Kotex no sera tan mala idea sino fuera porque ellas estn refirindose a un ser humano con muchos defectos que no pueden mantener estas extraordinarias virtudes a toda hora. No podra afirmar con toda seguridad, pero presiento que el gran nmero de divorcios y de parejas infelices se debe a que las mujeres al momento de elegir un amor no son realistas, ni sensatas; se dejan llevar por unos ideales que sirven muy bien a la hora de adquirir uno de los mayores logros de la comodidad y la higiene del siglo XX, pero que no son muy tiles para establecer una relacin afectiva que, al menos, esperamos no sea desechable.
Los cuentos de hadas, las telenovelas y la publicidad constantemente afirman a las mujeres el peligroso mito de que un da aparecer un prncipe azul que las guiar por el placentero camino de la felicidad. La realidad es diferente: no hay prncipe azul y la nica sangre azul que existe sale en el comercial de Nosotras ultra delgada.
Resulta increble la abrumadora influencia que ejerce la publicidad sobre las decisiones que tomamos a diario. Uno de los casos ms preocupantes es el porcentaje de mujeres influenciadas por los comerciales de toallas higinicas a la hora de escoger novio, amigo con derechos, amante y, particularmente, marido.
No se si ser el nico, pero cada vez que escucho a una amiga describir al hombre de sus sueos vienen a mi cabeza las inigualables virtudes que la publicidad de toallas higinicas pregonan. Yo busco a alguien que se amolde a m, que me de tranquilidad, que me de seguridad, dicen ellas con honda mirada, clasificando las cualidades de su prncipe azul. Necesito a alguien que me de libertad y que me haga sentir cmoda como mujer continan declarando su listado de cmo tiene que ser un hombre estupendo. Hasta han llegado a mis odos las siguientes frases: necesito a alguien que me de alas. Peor an, algunas buscan hasta una relacin superabsorbente.
Amoldar, tranquilidad, seguridad, libertad, comodidad, alas, estas palabras suelen ser usadas hasta el cansancio por ingeniossimos guionistas de comerciales de artculos femeninos. Al parecer, las mujeres en la actualidad, inconscientemente, no buscan un buen compaero sentimental, sino una buena toalla higinica que vaya con ellas a todos lados y que, especialmente, las deje dormir tranquilas.
En realidad, la cuestin de igualar a los hombres con una Kotex no sera tan mala idea sino fuera porque ellas estn refirindose a un ser humano con muchos defectos que no pueden mantener estas extraordinarias virtudes a toda hora. No podra afirmar con toda seguridad, pero presiento que el gran nmero de divorcios y de parejas infelices se debe a que las mujeres al momento de elegir un amor no son realistas, ni sensatas; se dejan llevar por unos ideales que sirven muy bien a la hora de adquirir uno de los mayores logros de la comodidad y la higiene del siglo XX, pero que no son muy tiles para establecer una relacin afectiva que, al menos, esperamos no sea desechable.
Los cuentos de hadas, las telenovelas y la publicidad constantemente afirman a las mujeres el peligroso mito de que un da aparecer un prncipe azul que las guiar por el placentero camino de la felicidad. La realidad es diferente: no hay prncipe azul y la nica sangre azul que existe sale en el comercial de Nosotras ultra delgada.
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como la pasastes?