La playa sigue solitaria en el mes de mayo, un paseo nocturno y no encuentras a nadie, a cada segundo una nueva ola llega a la orilla y en ese momento miras al mar como un animal salvaje, no domesticado, cuyos ojos brillan enigmaticamente. En casa, miras chicas nuevas, enciendes un porro y dejas la mente descansar de las mentiras de los hombres.
puchiko:
ahahahaha porro porro porro, que cosa eh
