La mujer "cancer" con la creencia que es una vanguardista, sigue exclusivamente su capricho sin pensar ni un segundo en el prjimo.
Al igual que su homlogo masculino, la mujer "cancer" se siente en su elemento en los entornos infantiles, y cuando por fin llega el da de marcharse de casa de sus padres, se va con una formidable coleccin de osos de peluche, muecas y libros de cuentos.
A medida que se hace mayor (ya que nunca se hace adulta) empiezan a gustarle nuevos juguetes -collares de diamantes, frigorficos gigantes con mquina de hielo, abrigos de pieles, casas de campo y Mercedes descapotables, por ejemplo- y se pone a buscar un hombre del tipo paternal que se los pueda dar. Mientras el viejo imbcil romntico est dispuesto a pagar, todo les ir de perlas. Pero cuando decida que ya le duele la mueca de tanto firmar cheques, puede prepararse para presenciar una pataleta de proporciones inusitadas. Una mujer "cancer" contrariada no es un espectculo agradable.
En los pocos casos en que su planeta regente pasa de refiln por su carta astral, la mujer "cancer" consigue una posicin de alguna importancia, pero, en general, se puede decir que la hembra "cancer" es bastante intil. Es frecuente, por ejemplo, que se pasen horas buscando una botella de gaseosa por toda la cocina, que suelen tener hecha un maremgnum de ropa sucia y de chocolatinas mordisqueadas.
Como madre es una catstrofe de la misma magnitud que el hombre "cancer" como padre. La madre "cancer" empieza por robarle las muecas a su hija, y a bailar voluptuosamente en la fiesta del diecisis cumpleaos de su hija, y luego sopla todas las velas de la tarta.