Hace unos años, llegué a la ciudad de Monterrey, sin conocer el lugar, tuve que ingeniármelas para conseguir un camión que me
dejara cerca de mi casa y al final lo logré. (No tiene qué ver con amor, pero, es relevante, en algún punto, si no, lo borraré).
Después de mi primera semana, en la que por lo menos ya sabía llegar a casa, me gustó una persona. La invité a salir dos veces, dijo que no a ambas y decidí no insistir. (No es falta de perseverancia. Es criterio y conocimiento de que no, es no).
Al pasar del tiempo, fui conociendo mujeres cada vez más bonitas; otras, cada vez menos agraciadas. Pero, ninguna me llamaba la atención como para poder salir.
Todavía recuerdo las palabras de mi hermano diciendo: "No importa que no sea la mujer más bonita del mundo, hermano, mientras te sientas a gusto con ella; porque, la belleza se acaba y por lo general, las más bonitas te van a dejar por alguien más guapo". (Me dijo feo, pero, me valió madres. Me enfoqué en lo positivo).
Así es que decidí salir con alguien no tan agraciada físicamente, pero, pues, claro que se compensaba en la cuestión sentimental. Hasta que valió madres... pues, resultó ser una psicópata andando. (Por eso cambié de nombre en Facebook al que algunas personas ya conocían).
Entonces, una mañana me levanté, me miré al espejo y dije: "A ver, cabroncito, ya va siendo hora de que te desapendejes, porque, ahora resulta que hasta <Chacarrón> (amigo de Acapulco) tiene novia y tú, ni tus pinches luces".
Hace no mucho, conocí a una persona con quien lo pasaba excelente. Me divertía, hasta cierto punto. Pero, terminó por casarse con un amigo. ¿Qué sucedía? Si soy muy sincero, eso me deprimió bastante. Terminé por alejar mi vida de todas las personas que quería por un buen tiempo (hay excepciones a las que siempre les continué hablando).
Conocí a tres personas más. Lo pasaba con madre, me divertía, pasaba buenos ratos y por qué no, uno que otro abrazo.
Pues, resultó que una era una persona demasiado interesada, la otra, salió más alcohólica que mi papá en sus años de soberbia y vida loca, y la tercera, pues, tenía una mentalidad demasiado infantil, por lo que decidí que ninguna de las tres valía la pena.
No obstante, surgió alguien por ahí de entre tanta mierda y con un poco de tiempo, y dedicación, se formó algo lindo. Algo que parecía genial, pero, no duró más de 3 meses. Vivía muy lejos y sus padres siempre la regañaban por salir. Pues, mejor nos evitábamos problemas.
Decidí que era hora de reinventar no mi personalidad, ni mi esencia, sino la manera en que la expresaba a las demás personas. Porque, siempre he sido una persona demasiado extrovertida, pero, a la vez sensible. Siempre me ha gustado salir a tomar un café, en lugar de ir a un antro. Definitivamente me gusta más una buena conversación, que un perreo intenso y prefiero una buena cerveza, en un bar con poca música, que una yarda de agua de baterías para carros y un madral de ruido.
Al final de una introspección. De haber pasado tanto tiempo solo, analizando mi ser y buscando una respuesta a lo irrefutable, he llegado a la conclusión de que, como mi creencia religiosa dice: "No ha sido mi momento". Porque he salido con diferentes chicas, sí; pero, ninguna que valga la pena para lo que yo quiero como persona. Entonces, no sólo se trata de encontrar ese momento, sino de prepararme para cuando llegue.
Algunas personas se ríen porque no me ven con alguien, pero, he llegado a la conclusión de que mi ser es tan grande y hermoso, que no cualquiera tendría la dicha de conocerle.
A veces vivo en automático. De la casa al trabajo y del trabajo a la casa, pagar facturas, de vez en cuando tomar fotografías tanto a personas con ropa, como sin ella. Es extraño saber que a la hora de grabar o fotografiar, mi instinto no se despierta, pero, cuando pienso en aquella persona que no ha llegado (y si sí, no se ha mostrado), mis latidos se detienen por un segundo.
Bueno, creo que como casi siempre, me desvié del tema.
Hasta ahora, nada ha sido exitoso con nadie. Algunos dicen que tengo unos estándares muy altos y jamás serán alcanzados por nadie, porque "tiendo" a idealizar a todas las personas. Pero, lo que no saben es que no importa realmente la apariencia física, sino, más bien, su manera de ser y de actuar, además, ninguna persona es mala, hasta que demuestre lo contrario.
No se trata de encontrar a las nalgas mejor formadas, con la figura más esbelta (que no estaría mal, pero, no lo es todo); sino, de saber apreciar lo bonito de una excelente compañía. Alguien con quién pueda ir a comer y no me aburra, porque siempre tendría tema de conversación. Alguien con quién pueda ir a comer alitas no sólo los martes. Alguien que entienda que el dinero cuesta ganarse y también sabe esfumarse. Alguien que con una sonrisa, me alegre los días.
Porque estas no son historias de amor o desamor, sino, más bien, una sinópsis de lo que ha sido mi musa hasta el momento y lo único que me detiene para continuar es mi ego. A estas alturas, sólo me importo yo, después yo y al final yo, y justo en esa delgada línea en que pareciera egoísmo, se encuentran las personas que amo.
Los que me conocen, saben que no me pesa desprenderme de algo para regalar a alguien más. Pero, ¡no mamen, no se pasen de la pinche raya! Si llegaste hasta aquí, te felicito, me conoces un 2% más y estoy seguro de que realmente no te importa, pero, el primer párrafo no tiene nada que ver y, como quiera darás like y comentarás cualquier cosa.