Se me adelantaron por la derecha.
Se haban peleado.
Ella, levantando el brazo cargado de cadenas mientras se alejaba de l, le grit:
_Maana cuando se nos pase la arrechera nos hablamos!
l respondi molesto a todas luces, si bien algo ms haba en su voz:
_Aj. OK. Bueno.
En su mano vi su conflicto entre empujarla por la espalda y sujetarla por la chaqueta para que no se le apartara.
No lo vi ms y la segu a ella, con una mueca de risa contenida en mi cara, tanto de burla por lo ridculo de la situacin como por la admiracin que me caus su confusin, que haca ver que la quera.
Ella, furiosa.
Ya a unos veinte metros de su "calurosa" despedida volte, obviamente angustiada, tratando de verlo.
Tan preocupada que no vio el jeep que se le vena encima.
El chofer toc la corneta suavemente (en lo posible para un rstico). Sali sobresaltada de su trance y sigui caminando mientras se rea ruidosamente de sus tonteras.
Mi mueca era sardnica. Esto se pona ms ridculo. Haca necedades, le daba un ataque de risa histrica, y se vea que ella tambin lo quera.
Qu gracioso, me re. Se pelean, pero dicen que hablarn despus, en lugar de un vete al coo. Al querer empujarla la quiere atraer hacia s. Despus ella lo busca con la mirada, no a las veinticuatro horas prometidas, sino a los veinte segundos.
Tambin es gracioso cmo puede ser lo cursi. Puede ser lo cursi que se ve una pelea de amantes que no soportan siquiera pelearse para siempre: revuelve las tripas, asco. Puede ser lo cursi por lo ridculo que esto resulta para un autmata como yo, que nada sabe ni se interesa por las relaciones interpersonales: causa risa. O puede ser lo cursi que te hace sonrer y devolver las tripas de simpata por lo "bonito" que es el amor de dos seres. En todo caso, lo cursi siempre trae su patetismo mental y orgnico, de sonrisas y tripas.
Se meti en el Metro. Hice lo mismo. Caminaba muy rpido. Lo atribuyo a la descarga de adrenalina.
La perd de vista en las escaleras mecnicas. Detrs de ella y antes de m se haban metido dos mujeres de esa belleza vulgar que tanto gusta a los hombres en la calle.
Bella no era, ms bien fea, pero tena algn encanto y mis simpatas por lo ocurrido. Ambos se haban ganado mis simpatas.
No la vi ms. La supuse en uno de los vagones y sal de la estacin.
En eso, la volv a ver, en un quiosco encendiendo un cigarrillo con dificultad. Sus manos temblaban. (Nicotina para la adrenalina. No la mejor de las prescripciones).
Quera seguirla viendo, as que al dejarla atrs, disminu el tempo de mis pasos para que se me adelantara y yo pudiera ver ms o menos cmo terminaba esta historia.
Se me adelant, y yo, morboso observador, solt mi mueca de exultacin. Pero vio otro quiosco, retrocedi, un Urbe le haba llamado la atencin. No. No lo hagas. Quiero ver, saber.
Otra vez disminu mi paso para que se adelantara. Dej pasar carros antes de cruzar obligatoriamente la calle, pero no vino.
Ahora era yo quien volteaba.
Se haban peleado.
Ella, levantando el brazo cargado de cadenas mientras se alejaba de l, le grit:
_Maana cuando se nos pase la arrechera nos hablamos!
l respondi molesto a todas luces, si bien algo ms haba en su voz:
_Aj. OK. Bueno.
En su mano vi su conflicto entre empujarla por la espalda y sujetarla por la chaqueta para que no se le apartara.
No lo vi ms y la segu a ella, con una mueca de risa contenida en mi cara, tanto de burla por lo ridculo de la situacin como por la admiracin que me caus su confusin, que haca ver que la quera.
Ella, furiosa.
Ya a unos veinte metros de su "calurosa" despedida volte, obviamente angustiada, tratando de verlo.
Tan preocupada que no vio el jeep que se le vena encima.
El chofer toc la corneta suavemente (en lo posible para un rstico). Sali sobresaltada de su trance y sigui caminando mientras se rea ruidosamente de sus tonteras.
Mi mueca era sardnica. Esto se pona ms ridculo. Haca necedades, le daba un ataque de risa histrica, y se vea que ella tambin lo quera.
Qu gracioso, me re. Se pelean, pero dicen que hablarn despus, en lugar de un vete al coo. Al querer empujarla la quiere atraer hacia s. Despus ella lo busca con la mirada, no a las veinticuatro horas prometidas, sino a los veinte segundos.
Tambin es gracioso cmo puede ser lo cursi. Puede ser lo cursi que se ve una pelea de amantes que no soportan siquiera pelearse para siempre: revuelve las tripas, asco. Puede ser lo cursi por lo ridculo que esto resulta para un autmata como yo, que nada sabe ni se interesa por las relaciones interpersonales: causa risa. O puede ser lo cursi que te hace sonrer y devolver las tripas de simpata por lo "bonito" que es el amor de dos seres. En todo caso, lo cursi siempre trae su patetismo mental y orgnico, de sonrisas y tripas.
Se meti en el Metro. Hice lo mismo. Caminaba muy rpido. Lo atribuyo a la descarga de adrenalina.
La perd de vista en las escaleras mecnicas. Detrs de ella y antes de m se haban metido dos mujeres de esa belleza vulgar que tanto gusta a los hombres en la calle.
Bella no era, ms bien fea, pero tena algn encanto y mis simpatas por lo ocurrido. Ambos se haban ganado mis simpatas.
No la vi ms. La supuse en uno de los vagones y sal de la estacin.
En eso, la volv a ver, en un quiosco encendiendo un cigarrillo con dificultad. Sus manos temblaban. (Nicotina para la adrenalina. No la mejor de las prescripciones).
Quera seguirla viendo, as que al dejarla atrs, disminu el tempo de mis pasos para que se me adelantara y yo pudiera ver ms o menos cmo terminaba esta historia.
Se me adelant, y yo, morboso observador, solt mi mueca de exultacin. Pero vio otro quiosco, retrocedi, un Urbe le haba llamado la atencin. No. No lo hagas. Quiero ver, saber.
Otra vez disminu mi paso para que se adelantara. Dej pasar carros antes de cruzar obligatoriamente la calle, pero no vino.
Ahora era yo quien volteaba.
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Pues si, llevarme por delante seria lo mas logico que sucediera, igual a veces parece q no sintiera el dolor asi q miedo de que me pisaras no tendria, solo seguro te miraria feo por unos segundos, recojeria lo q fuera que llevara encima , me disculparia y probablemente seguiria pensando en los pajaritos preados que cargue o en la obstinacion que me lleve tan apurada.