Es tarde en la noche, pero la luna brilla con mucha fuerza. Plenilunio. Mond le tiene ganas a Erde. Se le pega tanto, el muy pervertido. A ella le gusta mira como se alzan las mareas Un plenilunio de Mond, flujo de Erde, y justo con Mond en su ms alto momento, Erde con la pleamar. Vienen juntos. Lo que a nosotros nos cuesta mucho, es sencillito para los cuerpos celestes. Menguante de Mond, un reflujo de Erde y su bajamar. Al rato empiezan otra vez. Todo bajo la mirada de Sonne, que siempre anda contenta y radiante: la pervertida es ella. No se cansan de semejante rutina, algo ganan con ello. Y esto no nos corresponde saberlo: lo somos.
Despus de dar vueltas y vueltas como un derviche enfermo del odo por la que creo que es su manzana, justo en la de al frente encuentro al edificio y toco el intercomunicador. Me abren y entro bajo el peso de la mirada de un guardia. Maldita sea, seguramente me reconoci de cuando me vio en un retrato hablado en el noticiero de la noche del viernes. Bueno, puedo asegurar que estar confundido. Yo no he sido, seor mo. Aquel gordito era plutonista; ste es neptunista.
Me hacen subir, toco el timbre y me abren la puerta. Reconozco en quien me abri a la novia del tipo, muy agradable, adorable y hasta digamos que "cuchi", aunque en realidad no sea muy bonita, con su pequea estatura, su apariencia de vejestorio, algo regordeta, un vientre saliente que asusta un poco porque siempre parece que tuviera tres o cuatro meses de embarazo, uno se pregunta si fui yo, pero no la he tocado, no se ha dejado, no me he atrevido, no he querido, no me ha interesado, no s, no me acuerdo, qu me importa, al final ser una hernia umbilical, mira que algo tiene de lordosis, quiz antepasado negro tuvo o estaba muy gorda durante el desarrollo y el crecimiento, olvdalo, pues, aqu no ha pasado nada.
Lo que me pone nervioso no es el pequeo deseo (casi asexual) que siempre tuve por ella, sino que anda con poca ropa. Descalza, con una camiseta sin mangas y con pantalones cortos muy cortos, aunque sin llegar nunca a ser sensual. No, es muy casual. Es como si me la hubiera encontrado recin acabada de levantar, su cabello de una coloracin no innata castao-rojiza, que slo cae hasta su cuello, est despeinado. Decido no prestar atencin: mira, pana, que es casual, aqu no hay muchos formalismos. Y ciertamente no me recibe con ninguno, apenas un hola y pasa.
Pero no era un cumpleaos?
Me hace entrar a la sala. El apartamento es pequeo, tipo estudio. El edificio es alto y viejo, no hace falta decir que es una construccin muy fea, pero al menos fea al estilo italiano y no al judo, as es de vieja, de inmediatamente despus del terremoto. En el edificio hay muchos jvenes profesionales, pero no son de los adinerados, sino de los esperanzados. Slo es el trampoln para los futuros habitantes de Los Palos Grandes arriba y La Castellana abajo. Dizque.
En la sala que funciona como estudio (llena de libros, ms que todo textos tcnicos muy poco interesantes, y documentos y vasos y platos sucios), puedo ver aqu una mesa de dibujo, all los materiales de trabajo del cumpleaero y acull una computadora no muy nueva (de uno o dos aos de edad: bastante obsoleta, segn la mentalidad de los computistas) que sirve a ambos, al novio y la novia. Con mucha frecuencia, l debe aliviar su soledad mediante la red informtica, pues ella no vive en este lugar permanentemente. Viene y va a un apartamento muy parecido, cerca de la Av. Libertador, cohabitando con dos muchachas ms: una es mdico, la otra no s. Ambas carecen de mi inters. La incursin fracasara: Siempre he sospechado algn lesbianismo en esos asuntos de roommates. (Y al fin y al cabo, todas tienen los traseros cados y los pezones rosados).
[Y an as, tanto admiro a esta gente. Yo sigo sin profesin, sin estudios que puedan considerarse para nada, y viviendo con pap y mam, una intrusin de lo ms encajado e irritante como arena en madreperla, castigado con el encierro eterno en urna de ncar. Supongo que bajo los ojos de los yuppies ser un fracasado. Pero llegu a los veinte: eso supera todas mis expectativas].
Al final de la sala (muy pequea, sern tres o cuatro metros de largo), parado ante el balcn, mirando hacia la puerta (donde estoy yo), veo al cumpleaero. Las ventanas del balcn estn abiertas de par en par, tienen recogida una tela de diseo highlander que usan como cortina. l apoya sus espaldas y sus brazos abiertos en la baranda. Veo que anda sin camisa, puedo ver su torso _algo ejercitado_ desnudo, ridculamente lampio, y sus largos pies descalzos. Slo tiene puestos unos jeans negros.
Si es una nueva moda, la llamar pasajera y no me ver dentro de ella.
El tipo apenas si me saluda con un par de monoslabos ininteligibles que supongo fueron un epa desganado o un hola deslucido y una especie de agotador intento de la pronunciacin de mi nombre. No mueve su cuerpo y apenas mueve su boca y sus ojos.
Le doy, desde el sitio en donde estoy parado, un feliz cumpleaos y su recibimiento es igual, nada cambia.
Como que no importa que no trajera regalo. Me siento muy fuera de lugar. Habr entendido un da y una hora distintos a los que me dijeron? No digo nada, por si acaso.
Les estorbo? l se voltea y se pone a mirar por el balcn, a estas horas. Ni siquiera la luna radiante de esta noche alumbra por esos lados.
Ella no s qu se hace que no la veo.
Me siento en uno de esos bancos trpodes de dibujo, mirando hacia la mesita en medio de la sala, donde slo hay una mata diminuta en una maceta y un cenicero sucio. Ejercicio de distraccin: tiro suavemente de uno de los brazos de la mata, sobando diligentemente como quinesilogo de futbolista multimillonario, como querindole decir a la planta crecers, crecers para m, pero ella nada responde. No le soy atractivo. Nadie me quiere. Tomo en mis manos al cenicero. Inmundos recuerdos de adolescencia, de esos tiempos repletos de rabia incomprensible y desorientada, donde no poda decidir si estudiar con Chocrn Artes para las que soy un sealado incapaz, o ser PTJ donde destacara en la siembra de falsas evidencias, o quizs aceptar largarme a Margarita a estudiar biologa marina para algn da reunirme con Aldemaro Romero (h.). Ah, no. Inmundos y dolorosos recuerdos que parecen brotar del cenicero, humo de una colilla agonizante. Lo regreso a su lugar. Silbo las primeras ocho notas del vals "Sobre las olas", me detengo con la pregunta: Quin carrizo era por fin el autor? Esa pelcula de Pedro Infante me llen de preocupaciones oas. Lo olvido, frunzo mi ceo: No me atrevo a meterme el dedo en la nariz.
Casi intento hacer memoria de dnde conoc a estos tipos y qu me liga a ellos, pero no lo hago. Quiz fue cundo se poda cruzar a pie de Australia a Tasmania. De repente no. Quiz les vend la patente del estabilizador del bote polinsico, pero seguro que no soy tan creativo, ni tan vivo, ni tan viejo. Esta pareca ser mi primera noche en el mundo mi primer instante de existencia con la novedad mi sargento de que no tena ninguna pregunta que hacerme a m mismo o a una divinidad olvidada o al mismo vecino que siempre parece saberlo todo cuando sus exhaustivas prcticas y conocimientos eruditos en el tratamiento de la acondroplastia no vienen al caso.
Me agarro una mano con la otra mirando hacia la mesita, mi panza saliente entre los brazos, estoy posando para una maternidad, no me preocupa si es para el bolsa de Ernesto Sbato, mi mente parece estar en blanco. Mis odos son cubiertos por grandes caracoles alobnticos, que no nerticos, sino pelgicos, porque me vine a meter ms all. Quera ahogarme en agua fra. Ah. No me gustan tus pelculas, Jacques. Me veo a m y al apartamento a la distancia y me disgusto, el guin de ese film no convence, no engancha, no es Lorelei en busca del Grammy manteniendo para ello el culo sobre una piedra tan dura como mi desconcierto. Qu hago aqu? No lo pregunto. Y eso es lo que me asusta. Me lo permito?
Vamos, vamos, vuelve, vuelve aunque sea a contracorriente:
_ La banda sonora de la Sirenita de Disney contiene trozos y frases plagiadas del Cuarteto para cuerdas de Debussy. Recuerdas que a Daniel Yanes no le gust La Mer? En cambio le encantaba ese chorrito de agua doble destilada y doble deionizada que era el inspido de Bach_
Pensamientos que son cortados en seco:
Detrs de m oigo cerrarse una puerta de la casa y sale un tipo muy grande, de bigotes, con camisa blanca bien almidonada, con pantalones y zapatos de vestir. Es muy eficaz al darle clase a Dorsay y a los tenderos sirios de Juangriego, a quienes no les queda nada de navegantes fenicios, y se les aplaude que sin prpura de calidad (obtenida de los gasterpodos estenoglosos del gnero homnimo) sean capaces de mantener y aumentar la imponencia de este hombre. Me levanto y el tipo me da la mano, aunque no recordara si me dijo algo o si se present, de repente ya lo conocera, de repente y era mi propio hermano o mi pap o la cuaima de mi desconocida mujer preguntndome por qu no ests en casa, Daniel? o soy yo o cualquier otro y ni lo recuerdo ni podra acordarme ni me interesa hacerlo. Ahora no, ahora no puedo.
Se queda parado, movindose en el mismo sitio mientras me habla y gesticula mucho con la mano izquierda, sus dedos extendidos, como en un sermn. No s de qu carrizo habla. Es a m? Me est hablando? Lo estoy oyendo? No s, slo puedo ver su baile y su mano a travs de la difusa distancia, envueltos en el rumor sordo de una cmara de descompresin. Si salgo, kapum.
La sala no sirve de sala. Como en todos estos apartamentos pequeos, resulta ms espacioso el cuarto principal principal? es el nico! y no s cmo pasamos para all.
El grande sigue hablando y hablando de pie, movindose en un sitio, gesticulando con la mano. Los anfitriones se recuestan en la cama, oyndolo con atencin, no s qu dir, si me hubiese tapado los odos con los ndices gritndome a m mismo laralaralerolero sera una conducta ms cuerda de mi parte, pero de igual resultado. Mi visin de ellos es la de un observador en el edificio de enfrente, oteando a travs de la ventana a la espera de un crimen pasional de los vecinos cuyo recuerdo atormentar a mis nietos cada vez que vayan a visitarme para comer gratis y chuparme su heredad como lampreas.
Me siento incmodo. No s si que quedarme parado, junto a la ventana del cuarto, con los vidrios abiertos para ver si entra algo de brisa, o sentarme en una esquina de la cama. Decido sentarme en la cama para no permanecer de pie junto a este tipo tan alto que me hace sentir mnimo.
Una y otra vez uno de los anfitriones o el de bigotes se meten tras una puerta que cierran con pomposidad. El alto deja de hablar cuando se mete, pero, para m, como si no parara. Puedo ver sus sombras proyectadas en la pared exterior del edificio cada vez que abren la puerta para entrar o salir.
Cuando pasan unos quince minutos sin que se metan ah, decido hacerlo yo. Me toca, yo la llevo. Ere. Esta Ondina se echa al agua. Prendo la luz y me meto tras la puerta y veo que es tanto bao como cocina, cosa tpica en algunos apartamentos estudio y moteles. Logro despertar de mi anterior embotamiento y perplejidad, una vivificante rfaga de aire penetra en m, los caracoles caen de mis orejas. El Ictneo ha emergido, seor Monturiol.
La poceta y la ducha estn en un rincn aparte, tras una puerta corrediza. El que el lavamanos est fuera del apartado siempre me ha parecido un atentado contra la privacidad de los afeites. Se excusan los arquitectos con que tambin es fregaplatos y batea. Cochinada, digo yo.
Suelen ser anchos y muy largos para permitir sus mltiples usos. La hondura es gradual, como en las bateas. En los hoteles esto permite el empleo que yo les daba en mis vacaciones infantiles: haca barquitos de papel (que nunca flotaban: jams aprend que el peridico es muy absorbente) y a los muecos los pona en la "orilla de la playa" (la parte que dejaba sin agua) para meter la mano en lo ms hondo y provocar olas _morid, morid todos, impuros ciudadanos de Nueva Cdiz, "Somorra" equinoccial_, mojando siempre el piso.
_ Qu pas aqu, Daniel?
_ Cubagua dej de ser un buen prospecto. Para invertir, mejor es la Florida.
No me hagan reclamos de necedad: no se tropezaba comnmente con tales ingenios. No queriendo uno acercarse a las baeras, eran una novedad bien recibida estos sanitarios (mala palabra dar a entender que jugaba tambin en los bids y siendo cierto, no hay escape). Vuelvo a lo de ahora:
Junto al lavamanos-fregaplatos tienen dos pares de vasos y de platos, y as igual, para que no quede chueco, dos pares de tenedores y de cuchillos, etc.: toda una vajilla plstica barata para cuatro, sin excesos ni lujos. Puede ser desechable o no, segn cmo uno la cuide. Y para m que en esta casa se sabe mucho de museologa y arqueologa.
Hay cubitos de hielo en un pote, metido en el lavamanos, siempre dejando suficiente espacio para que uno pueda lavarse. Junto, una botella de ron o whisky _no s, no los distingo ni de una cerveza ni de la sangre de Cristo en la Comunin_ y una botellita de Coca-Cola. Me sirvo Coca-Cola. A la salud del Esparza (no hay otro sino l!). Me la apuro de un trago. Ugh, me pican las burbujas de gas en la garganta. Estpidamente _como un perro que persigue su cola_ me rasco el cuello, sin ningn xito para mi alivio. Me sirvo otro poco. No es Pepsi (es prescindible, nunca supe para qu), pero brindo a la salud de nuestro excelso estulto (gratos recuerdos erasmianos) aedo, esclarecido escorrogio beodo Vladimir (la misericordia de Dios sea sobre l!), con sus escabeles y sus burdganas que nada quieren con Buridn mas algo tuvieron con Apuleyo. Mi nunca visto Daniel, ya cllate y bebe. Sorbo lentamente. Ah puedes sentirlo? Un pH cercano a 2. Qu animalada. Cmo puedes meterte estas cosas, querido?
[Me interrogo. Qu inquietudes tienes? Paz mundial? Nein. Impacto ambiental? A la porra. Redencin o castigo? Lo olvido. Pero qu es lo que te preocupa? Ea, sea morbo. Complacer mi morbo. Mi morbo de saber qu hay tras este espejo. No, no mi imagen, no mi reflejo, no esa ilusin que me hace pertenecer a un mundo fuera de m, no, me interesa saber lo qu en realidad hay tras este espejo, qu hay dentro el botiqun. Abro silenciosamente el botiqun y jurungo:
[Colgate Fref Sensitive Skin Shave Cream. Algunos le suena a Beowulf, pero el innuendopico se pierde con los claramente perceptibles rtulos Shake well yHold upright, que le dan aire de sublimacin masturbatoria. Me humedezco el cachete y me echo un poco de la crema. Una sensacin ms o menos agradable. Qutamela entonces, que el placer te hace dao, pervertido.
[Hay all DioxogenDesodorante Antisudoral: roll-on con talco. Dos potecitos de 60 cm3. Uno de ellos tiene la etiqueta del precio pegada. Qu! Bs. 561,40 por esa peste de clorhidrxido de aluminio! Despus me preguntan por qu mis sobacos son vrgenes. No importa, destapo uno y me lo aplico en la axila izquierda. Oh ah, oh aj ay, qu est fro! Lo devuelvo al botiqun y mrate que he encontradoDencorubAir Aerosol Analgsico. Fcil aplicacin. No requiere masaje. No daa la capa de ozono.Bien por ustedes: Michael Jackson no ser nunca negro de nuevo. Mentol y alcanfor? Me han contado que producen una curiosa sensacin cuando se echa en el glande. Pero mis tiempos de adolescente felizmente ha tiempo que terminaron cierto? No s. Roco o no roco? Quito la tapa. Huelo. Fuerte aroma. Muy inconveniente. Otro da ser.
[He hallado un pote vaco de Mentadent.Un terrible enjuague bucal que viene divido en dos, como las gomas de epoxy, para hacer una mezcla explosiva de bicarbonato de sodio y agua oxigenada. Una buena cantidad de gente quiere tumbarse los dientes, no les importa con tal de tener buen aliento. Les da prestigio social. Vean entonces en qu se equivoc Marx: nada de socialismos, el siguiente paso despus del capitalismo es una sociedad basada en el aliento. Una sociedad euneumtica. De la sucesin no logro hoy divisar los clines. Mucho menos kleenex.
[Qu tal? Un tubo de pasta de dientes genrica. Siempre han resultado muy fuertes cuando le ponen bicarbonato y queman las encas y los labios. No se me ocurre otra cosa que apretarlo por el medio y botar una porcin por el desage. Por ser tan maluco este nene, no le toca Tropical Cuidado Diario. Locin crema con Sbila. Para manos y piel seca.Comprobemos. Me levanto la franela y me echo sobre el ombligo. Dios, qu asco. Esto est podrido (la locin, no el ombligo). Est vieja. Mira, lo dicho, Bs. 72,00. No sale con agua. El emplasto tendr que quedarse ah, enredado entre mis vellos. Repugnante. Divertido. Tendrn de las pastillas azules de la Pfizer?
[Hete aqu VasenolCuidado IntensivoCrema lquida. Piel seca. Tambin para piel maltratada.Se ve reciente, as que me descalzo el pie derecho y me echo bajo el anular _o como se llame su podoequivalente_ bastante destrozado por los malos hbitos. Picor. Incomodidad. Masoquismo satisfecho.
[Flacidez con SundownBloqueador solar. FPS 15 Ultra proteccin. Water proof.No encuentro qu hacer con esto y leo la etiqueta como unas diez veces, cmo he de cumplir con mi morbo hipocondraco. No s. Supongo que como enmienda a una falta de atencin, me lo echar en donde nunca me pega el sol. Toma, para que no digas que no. Sigue KiwiScuff Magic Shoe Polish. Extra scuff coverage. Brown.Caf muy oscuro. Nuevo dilema. Mis zapatos son de goma, blancos. Lo nico que tengo de color castao es mi cabello y la piel de mis partes pudendas (una caracterstica familiar, pero con este detalle, discrecin, no les gusta hablar de su bicolorismo). Y las canas? Es el tono exacto de mi cabello pero mis canas estn en la barba. No s qu hacer bueno, me lo meto en el bolsillo y me lo llevo para la casa. Ah ya encontrar algo que hacer con l. Ah, ahora s. KiwiSneaker White. Perfecto para el Sneaker Pimpque suelo ser en intoxicadas ocasiones. Venga. Escarpn izquierdo, escarpn derecho. Listo. Como para Primera Comunin el caballero.
[Empiezo ahora con las medicinas. Atamel Jarabe. Vence en el 99. Me puedo echar un palo. PerebronJarabe Adultos. Tratamiento sintomtico de la tos.Venga un traguito, siempre saben bien estas porqueras, sobre todo los jarabes infantiles. Puede pasarse uno el da entero bebiendo esto, qu importan los homnculos que sobrevuelan sobre ti en busca de carne tierna. Oye, precisamente, tienen Pidrol Infantil Expectorante. El frasco est lleno. Claro, no tienen nios aqu. Sellado. Lo habr dejado la hermana del tipo cuando vino el mes pasado con el sobrinito, un triste asmtico. Se mudaron al interior, a tierras bajas y secas, no volvern hasta que por all se enteren de la existencia del motor de explosin. Mira, vence en cinco aos. Nadie lo va a usar. Me lo llevo. En bolsa de papel o de plstico? A su discrecin, por favor.
[MobilatJalea. No dice nada sobre las indicaciones. La composicin incluye compuestos orgnicos complicados. Leo que uno dice "equivalente a cido saliclico". Luego, ser algn analgsico, supongo. Me lo echo en el dorso de la mano. Si no se me cae, aqu no ha pasado nada.
[ConmelGotas. Metamizol Sdico. Ni idea de lo que es. Contraindicaciones: Intolerancia a la Dipirona, algorraroahipirina y aminopirina. Sern de la familia de los antipirticos? No hemos sido presentados y no nos llevamos mal. chate un palo. Cualquier cosa, el forense me podr explicar
[Protosulfil. Sulfadiazina de plata al 1%. Crema. Para el tratamiento de las quemaduras.Pequea aplicacin sobre una vieja e invisible quemadura de laboratorio. Mala costumbre, lo s. Ya no necesita tratamiento. No necesito ninguna medicina, pero me las sigo tomando. Qu me importa una intoxicacin? Qu me importan los efectos secundarios? Cuando rond por la farmacia y la qumica me dijeron que morira diez o ms aos antes que el promedio. "O ms". Ese rango de "o ms" incluye cincuenta aos, no podra demandar por no estar advertido, as que seamos solidarios.
[Ya no quedan muchas cosas. Encuentro azul de metileno. Me lo encaleto de inmediato. Hace das que llevo buscando algo para teir nervios y desempolvar el microscopio. El bonche que me espera.
[Al fin! Mira esto. Hela aqu. Reverencia, reverencia. Genuflexin, beso: Aspirina. Genrica, pero Aspirina. Beso, genuflexin, reverencia. Destapo el frasco. Una, dos. Al cogote van. Reverencia, genuflexin, beso. Feliz y en gracia despus de tan solemne momento amenizado con coritos angelicales, sigo con Laimoqualin Gargarismos. No queda casi nada. Qu es? Antisptico y analgsico para las mucosas. Tiene clorhidrato de lidocana, qu te parece. A alguno que otro le puedes vender esto. "Este lquido no debe ser ingerido". Bah, me vas a meter ese cuento
[ltimo objeto en el botiqun. Un tubo. Muy doblado, ha sido apretado, escurrido, de todo. No puedo leer nada. Lo voy desplegando poco a poco con dificultad. Muy arrugado, sigue costando leer. X xy xyloc XylocanaJalea! Ya conozco ese nombre, s, no es ms que clorhidrato de lidocana. Eso ya nos dice mucho, pero no es suficiente: aunque contengan un principio que las hagan claramente un anestsico, las preparaciones farmacuticas (en este caso, jalea) pueden ser muy especficas en sus aplicaciones. Trato de entender las indicaciones. Un trabajo conjunto de arqueologa, filologa y paleografa en su desciframiento. Esto puede ser tan importante como el descubrimiento de las jarchas! Dice: Anestsico ya lo saba de superficie claro, otra cosa es peligrosa y divertidamente ilegal para la mucosa uretral
[Cierro fuertemente el botiqun, respirando hondo, hago de tripas corazn, necesito pies de plomo, buzo que soy].
Me veo los ojos en el espejo. Qu atrae en realidad a las mujeres? El color del iris o la forma de los prpados?No s, no me importa. Ni siquiera me lo pregunto. Pura payasada ma. No es por eso que me miro en el espejo. Slo me veo los lacrimales: no, no hay lagaas, me digo y salgo. Deba llevar horas dentro. Una vez en el cuarto, en ese apartamiento, siento otra vez que mi mente se blanquea, mis odos cubiertos por invisibles manazas, mi presencia lejana. Ya desciende el Trieste, profesor Piccard.
El grande sigue hablando, los otros oyendo acostados, de vez en cuando contestarn, pareciendo que slo mueven sus manos. Yo sentado una esquina de la cama junto a la ventana, mis manos en la cabeza, mis codos en mis muslos.
En un momento, no s cundo, veo que no est el cumpleaero. S que est mirando por el balcn de nuevo.
El de bigotes habla y gesticula, por toda audiencia me tiene a m y a la novia, que sigue acostada.
El alto para de hablar, se mete en el bao y cierra la puerta, y nosotros seguimos ah, para nosotros est ac l an. Lo mismo si no hubiese estado nunca.
Pasar un rato con el tipo grande metido ah. Repentinamente, despierto, estoy aqu. El Nautilus ha llegado al polo y ha encontrado que el casquete se derrite. Siento engullida en mi cadera, como un alga parda en una almeja gigante, la caricia del pie desnudo de la novia, que habr despertado a su vez por su cuenta. Quiz fue un detalle muy bonito, pero ni le puso mucha aplicacin ni yo le puse mucha atencin. A pesar de que no ha entrado agua, el Mar del Norte ha ahogado a Holanda tras araar con olas a sus diques, Jan nada pudo hacer con sus dedos. Desciendo y nada oigo en esta helada salinidad. Caigo en la fosa de las Marianas y sus manos estn en Guam. En qu abismo me hundo, a dnde voy a parar? Mi escafandra no lo soporta, mis pulmones implotan, mi sangre se coagula silenciosamente en la callada oscuridad. Y lo peor de la oscuridad es que uno no sabe qu tanto puede ver.
Entra el alto y sigue en lo suyo. Sigo sin entenderle, pero ya no estoy embotado. Me das la cola, Nemo? Noto que desaparece la tipa y aparece el novio, que se acuesta de nuevo en la cama. La novia estar en el balcn, tambin.
Y repiten el show de las idas y venidas del bao, y en un novsimo ataque de lucidez espero que el cumpleaero no me vaya a acariciar la cadera como su novia lo hiciera. Es posible. Se ha dado el caso. Todos saben cmo el mero cambia de sexo a travs del tiempo. La jeva regresa y se acuesta de nuevo en la cama, qu simptica apariencia tiene podra acariciarme una vez ms?
Es mi pensamiento, mi nico pensamiento en toda la noche y no lo soporto. Afrodita vino de la espuma marina, slo cuando ha sangrado el miembro del cado Urano. Esta vez me levanto yo y me voy a asomar al balcn. Nada veo. Nada puedo y nada quiero ver.
Estoy ah, en m, y oigo que empiezan a entonar el "Ay, qu noche tan preciosa" y corro y me pongo a cantar junto a ellos, en el bao. Es extrao que resultara muy animado, con los cambios y agregados de letra como el "bebiendo caa" de rigor.
Cantado el Cumpleaos y repartida la torta casera, seca y algo quemada, fue otra vez lo mismo, se hacan de palo. Qu paisaje: un molino de una sola aspa y un par de vacas pastando que de vez en cuando se sacuden las moscas: el tipo alto hablando y gesticulando con la mano izquierda extendida y los otros dos acostados en la cama respondiendo con sus derechas alguna vez, como rmoras que se agitan de contento cuando al tiburn se le cae algo de la boca.
Mas esta vez me siento vivo. Atlantis ha resurgido. Ahora s poda or al grande, aunque segu sin prestarle atencin, slo porque as lo quera. Mis pensamientos eran: calla al tipo ste, haz que vaya al bao, manda al otro a mirar por el balcn, qudate aqu con la muchacha. Quera estar con la novia. Slo en eso pensaba al menos, s, pensaba. S, qu importa que fuera en eso. Cmo quisiera a esta muchacha. Este salmn remont la corriente. Este salmn esquiv a los osos. A este salmn le creci el pico. Este salmn se puso rojo. Esto hara por tenerla. Ahora.
Me despert con la boca amarga, tendido en la alfombra, junto a la cama de la nica habitacin de una casa ajena. Estaba corrida en la ventana del cuarto una cortina hecha con un pesado tejido blanco con franjas de unos tres colores diferentes _como el utilizado en las hamacas artesanales_. Silencio. Slo en la calle haba algo de ruido: uno que otro perro ladrando, uno que otro carro pasando. Vi mi reloj. Las diez y media de la maana del domingo. Me levant. Atraves el bao-cocina, donde el hielo ya se haba derretido. Ha fracasado la expedicin, Jenofonte? Pas a la sala, donde todo estaba igual que anoche, excepto en el balcn, donde el tartn escocs que usaban como cortina estaba a medio correr. Las ventanas seguan abiertas.
Qu carrizo poda verse desde el balcn?
