Es la sensación que me rodea, que me mantiene vivo, la incertidumbre de hacer las cosas correctamente o estar viviendo en una simulación constante.
Vivir una vida de fantasía, donde soy el fuerte, el inteligente, el capaz, el triunfador.
O revelar a todos la constante desazón que poseo, el sentir que no correspondo al amor que me brindan otras personas, que solo me importa seguir adelante y subir escalones sin lograr ver la meta, que en ocasiones quisiera solo no levantarme en las mañanas, abandonar todo esfuerzo y dejar atrás las responsabilidades.
Pero no, tengo un pequeño gran motivo para salir adelante, una personita que no es capaz de expresar con palabras sus sentimientos, la persona más amorosa que conozco, la que me necesita más. En ese instante, recobro la cordura, me levanto y me coloco la máscara de hombre de mundo y triunfador, para que él logre salir adelante y logre en algún tiempo ser completamente independiente.
Orgullo autista.